Sabías que Gustavo Mirabal ama el salto ecuestre | Gustavo Mirabal

Sabías que Gustavo Mirabal ama el salto ecuestre

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El salto ecuestre es una disciplina dentro de la equitación en la que el jinete salta con el caballo.

Juntos hacen un binomio “invencible” que tiene como misión saltar sobre barras, incluso obstáculos con agua, sin derramar ni una barra y sin tocar el agua.

El objetivo es que la presentación sea lo más limpia posible para que no haya penalizaciones.

Este es el deporte del venezolano Gustavo Mirabal, ex jinete y empresario, además de abogado y asesor financiero.

La mayor pasión del hijo de Gustavo Mirabal Bustillos es precisamente, montar a caballo, saltar con su ejemplar y llevar el nombre de Venezuela en alto.

Sin embargo, su trabajo como abogado y actualmente, asesor en materia de finanzas, lo tienen alejado de las pistas.

Hoy vamos a destacar la faceta deportiva de este caraqueño que ama Venezuela, país en el que se formó como jinete, donde dio sus primeros saltos.

Nación a la que ha representado en múltiples certámenes alrededor del mundo, enalteciendo el tricolor patrio.

Saltando desde niño

Tenía 9 años cuando comenzó a competir, su padre, el  prominente adeco y ex gobernador de Caracas, Gustavo Mirabal Bustillos, es quien lo lleva al mundo equino.

Y es que este político venezolano tiene una gran afición por el deporte a caballo y por este animal en sí.

De hecho, el campeón de los años 80 en Venezuela, era de los Mirabal. Se llama Tropigold y fue el caballo que inspiró al pequeño Gustavo Mirabal Castro.

Tropigold

Tropigold era un caballo hermoso y muy veloz. Su imponente figura de 500 kilos no pasaba desapercibida.

Por lo que, en cada evento donde era llevado, las personas le tomaban fotos e incluso querían tomarse fotos con él.

Este campeón le dio muchas alegrías a sus dueños, incluido Mirabal Bustillos, así como a toda Venezuela, país que ama las carreras de caballos y que ha dado a luz a grandes jinetes.

Tropigold compite en la Copa Grano de Oro, el Clásico Victoreado, la Copa Hipódromo de Valencia, así como en otras competencias que se realizaban en Venezuela.

Este maravilloso ejemplar culmina su campaña con un total de 15 actuaciones y 11 victorias, nueve de ellas selectivas, con un segundo lugar y dos terceros, obteniendo alrededor de 3.420.405. Bs en metálico producido.

De tal palo tal astilla

En el caso de Tropigold, este tenía gran parecido con su padre, McKenna’s Gold, alazán nacido en Inglaterra para 1968.

Este caballo tenía también un físico que impactaba a donde sea que llegara.

Lo mismo ocurre en los humanos cuando se trata de gustos afines. Vemos cómo el padre de Gustavo Mirabal, era muy a fin a las carreras ecuestres, al mundo equino.

Esta pasión la hereda su hijo, quien comienza a saltar a los 9 años de edad con un poni, en la Lagunita, estado Miranda.

Años después, lo que comenzó como un hobby se transformó en una carrera profesional con bastantes logros dentro y fuera de su país natal.

“Mi papá ha sido un apasionado a los caballos desde muy joven y cuando yo cumplí 9 años me llevó a las caballerizas del club donde éramos socios y desde allí en adelante también me convertí en un apasionado”, dijo durante una entrevista, el esposo de Carolina Chapellín.

Antes de subirse a un poni por primera vez, este abogado, empresario y asesor financiero (labor a la que se dedica actualmente), quedó cautivado con la actuación de los jinetes de carreras.

La velocidad, la fuerza e intensidad de las carreras de caballos hizo que se interesara en ser como uno de esos jinetes que tanto veía.

Sabías qué Gustavo Mirabal ama saltar

Dentro de la equitación hay diversos deportes, el más conocido es la carrera ecuestre, sin embargo, el salto es otra de las disciplinas con mayor número de seguidores en el mundo.

Como parte de la equitación se practica el polo, el cross country, la doma, rodeo, enganches, enduro, reining, entre otros.

Más el salto de obstáculos es lo que cautivó la vida de Gustavo Mirabal Castro.

Victorias de Gustavo Mirabal

El 2017 fue uno de esos años donde las victorias, casi perseguían al criollo, ya que su nombre y el de Venezuela se elevaron en los podios europeos.

Una de las victorias más notorias fue la que alcanzó en la ciudad de Madrid, España, a propósito del Longines Global Champions Tour.

Certamen donde se alza con la prueba de 1,15 metros, luego de dos presentaciones a contrarreloj con los caballos G&C Luca Brasi y G&C Lucy.

Este triunfo abre el el torneo y da paso al resto de contiendas programadas.

El primer tiempo fue de 30.82 segundos montando sobre G&C Luca Brasi, posteriormente marcó 28.88 con G&C Lucy, asegurando el primer y segundo lugar en dicha categoría.

Junio también llegó con triunfos

Al mes siguiente de su victoria en Madrid, el criollo hizo lo propio en la cuarta edición del Longines Athina Onassis Horse Show.

Evento donde Mirabal marcó el ritmo en la competencia de salto y estableció un crono de 35.10 segundos con su caballo G&C Luca Basi.

Florida, Madrid, Bélgica, París, Londres, Saint Tropez, Cannes, Mónaco, Gucci Máster París, La Baule y Viena, son algunos de los escenarios que vio ganar al caraqueño.

“Como jinete amateur competí en los mejores concursos del mundo y tengo la suerte de decir que gané en todas los concursos en los que me inscribí”, dijo el ex jinete.

Para Gustavo Mirabal todos esos torneos eran especiales “porque al ganar sonaba el himno nacional, es muy emocionante”.

Fue más allá de la pista

Este ex jinete de salto, ama saltar sobre obstáculos y, fuera de la pista, también ha saltado alto.

En su vida personal ha alcanzado logros que muy pocos pueden. Todo gracias a su visión empresarial combinada con el deporte.

Y es que en 2009, junto a su esposa Carolina Mirabal abrió su centro de entrenamiento equino.

G&C Farm es un proyecto que se materializa, luego de estar en su mente desde que estudiaba en la universidad.

Durante una entrevista el venezolano sostuvo que tener su propia granja era un sueño que tenía desde niño.

Esa es la razón por la que no se rindió cuando todo le decía que no podría serlo.

Nuestros establos significan algo muy especial para la familia ya que cuando lo fundamos mucha gente dudó de nuestro éxito, ciertamente no conocen la determinación tan grande de Gustavo”, comentó Carolina Chapellín, esposa de este insigne venezolano.

 Una pasión que no termina

El común denominador en todos los deportistas, sea cual sea la disciplina, es que el deporte que practica lo ama desde pequeño y allí está el secreto de su éxito.

Lo mismo ocurre con Gustavo Mirabal, ya que, aunque no practica el salto de forma profesional en estos momentos.

Los caballos, su relación con ellos, la sensación de plenitud que le brinda el salir a cabalgar, es algo que no cambiará nunca.

Por eso, desde que sus niños estaban pequeños, este los puso en contacto con los caballos, a fin de que no le tengan miedo y a futuro sientan lo que él siente cuando se sube a uno de ellos, felicidad.

Así que, probablemente, ese linaje deportivo de los Mirabal pase a la tercera generación.

 

 

 

 

 

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