Carolina Mirabal es Carolina Chapellín
Auténtica, divertida, glamurosa, delicada, elegante, así es Carolina Mirabal. Sí, Carolina Mirabal es Carolina Chapellín.
La ex miss Delta Amacuro que sigue cautivando a las cámaras internacionales con su belleza.
Varios años han pasado desde aquellos desfiles en los que era la señorita Delta Amacuro, y aún, se mantiene activa en el mundo de la moda y la belleza.
Esta mujer se caracteriza por su templanza, alegría y glamour.
La foto que abre este post fue tomada y publicada por el equipo de la revista española LOVE.
La intención es comunicar un look de cabello moderno, audaz y, al mismo tiempo, discreto, sin perder la elegancia.
Así que esta ex miss continúa enalteciendo el nombre de Venezuela a través de una imagen fresca y renovada en cada publicación.
Sin duda el mundo del modelaje no termina en una pasarela o en un concurso en especial, siempre hay oportunidades y nuevas formas de reinventarse.
Es por ello que nuestra embajadora de la belleza venezolana, Carolina Mirabal, que es la misma Carolina Chapellín, ha encontrado en los estilos de look, la forma de mantenerse activa en ese medio.
Pero, eso no es todo, resulta que esta ex miss también es empresaria y se dedica a asesorar sobre la moda y belleza femenina.
Rol que combina con el de ser madre, esposa, ejemplo a seguir en casa, la columna vertebral de su hogar.
Carolina Mirabal es Carolina Chapellín
Nieta del investigador y pedagogo Luis Bigott, esta mujer ama los caballos.
Animales con los que tiene una excelente relación de niña ya que aprendió a montar a temprana edad, y desde entonces, ellos se volvieron su gran pasión.
Sus dos grandes amores son los caballos y la moda, el mundo de la belleza.
Sin embargo, con el tiempo, un nuevo amor se suma a su vida, su esposo: Gustavo Mirabal Castro. Empresario, abogado y apasionado por los caballos.
Algo que sin duda los unió porque ambos son conocedores del deporte a caballo y practicaban la misma especialidad de equitación: el salto ecuestre.
Disciplina que requiere concentración, pasión y mucha práctica. El salto consiste en hacerse uno con el caballo.
Saltar al unísono, es un espectáculo de fuerza, precisión y trabajo en equipo.
Gustavo y Carolina tuvieron la oportunidad de saltar juntos y competir bajo los mismos colores y equipo: Venezuela.
Esta pareja consolida su amor en las pistas y de esa relación nacen varios hijos. Los cuales también han demostrado que aman a los caballos.
Influencia sobre sus hijos
Uno de los legados más importantes que Carolina Mirabal o Carolina Chapellín, como también la conocen, es el respeto a los animales, la sensatez y valor de las cosas.
Tanto Gustavo como Carolina son empresarios, uno dedicado al asesoramiento financiero y, el el otro, a la asesoría en cuanto a moda y belleza.
Dos cosas distintas pero que se unen cuando se trata de combinar esfuerzos en un proyecto común.
Origen de su pasión ecuestre
“Recuerdo mucho mis días en club Valencia pasándolo con mis
caballos de saltos, lo disfrutaba muchísimo al igual que le apasionaba a mi mamá la cual lamentablemente perdí a una edad muy temprana”, comentó.
La inclinación por el deporte ecuestre viene en su ADN, y es que su madre también amaba los caballos.
Y a pesar de que Carolina Mirabal, que es también Carolina Chapellín, perdió a su madre desde pequeña, no dejó perder esa pasión. Al contrario la fortaleció y saltó en nombre de ambas.
Hoy día sigue disfrutando del salto, aunque no lo haga en una competencia.
Esa es una de las formas en las que disfruta de la vida. Ya que, quien ama este deporte, lo hace no sólo por competir sino por sentirse libre y disfrutar de la naturaleza.
Ahora, ella le inculca ese mismo amor por los caballos a sus hijos, los cuales desde pequeños han estado en contacto con estos animales.
Por lo que no les tienen miedo y al contrario, disfrutan montar.
De hecho, cuando estaban bebés, su padre, Gustavo Mirabal paseaba con ellos sobre el caballo.
Esto a fin de que los conocieran y no les diera miedo montar a futuro. Probablemente, a futuro se les vea en alguna competencia.
Amor verdadero por los caballos
Una de las cosas que más disfruta Carolina Mirabal es pasar tiempo con caballos.
Su amor por estos animales es tal que se dedican a ellos, los atienden, cuidan, etc.
“Los caballos permanecen muchos años con nosotros y siempre forman parte de nuestra familia, nos preocupamos cuando están lesionados, enfermos…”, expresó tras una entrevista.
Los momentos más memorables en la vida de esta embajadora de la moda y la belleza venezolana están asociados a los caballos, al salto, y por supuesto, a esos desfiles en pasarela o trabajo puntual para alguna revista.
Todo esto sin desmeritar su labor de madre, que es quizá la más compleja.
Ser madre, empresaria, modelo, esposa
La mujer tiene como virtud principal que puede desempeñarse en varios roles al mismo tiempo.
Y es que la vida de esta venezolana, nativa del estado Carabobo, está rodeada de trabajo y aprendizaje constante.
Siendo el rol más complejo, el de ser madre.
Con varios hijos en proceso de crecimiento, son muchas las cosas que una madre hace. Como por ejemplo, tenerles la comida lista, ayudarles con las tareas, animarlos, llamarles la atención, etc.
Ser madre es ser maestra, mediadora, diplomática, cocinera, asesora y sobre todo, una persona confiable, amigable.
Como madre, Carolina Mirabal ha tenido que dedicarse al trabajo en casa, consolidar las bases de una generación que ama los animales.
Generación de la que quiere hacer personas sensatas, responsables y respetuosas.
“Siempre el rol de ser madre es el más difícil porque no te preparan, ni estudiamos para eso. Todos los niños son diferentes y no vienen con manual de uso”, acotó en una entrevista para este portal.
La sociedad actual y sus trampas
Carolina Mirabal conoce los peligros modernos como el abuso de la tecnología, las redes sociales, etc, por eso se esfuerza porque sus hijos conozcan las herramientas informativas de este siglo sin caer en las trampas de ellas.
Ya que ese acceso libre a tanta información hace que las personas tengan una percepción falsa acerca de lo que es la vida o la realidad.
En este sentido, ve con preocupación el efecto que ello causa en la juventud actual:
Actualmente vemos lo frívolo que se está convirtiendo el mundo donde los niños piensan que harán fortuna y fama utilizando las redes sociales”, sostuvo.
Para la esposa de Gustavo Mirabal es preocupante ver cómo los jóvenes pasan gran parte de su tiempo y días sumergidos en un mundo paralelo y ficticio.
“Mundo en donde pasan parte de su tiempo convenciendo a totales desconocidos de que tienen una vida perfecta en vez de esforzarse, estudiar y actuar para conseguir sus vidas perfectas”, aseveró.
Una madre que disfruta todo
Una madre disfruta cada etapa de sus hijos, desde que están en el vientre y hasta que se hacen personas grandes…
Ese amor hace que ellos se conviertan en un motivo para luchar y su inspiración.
Al respecto, le preguntamos a Carolina Chapellín acerca de qué es lo que más disfruta de sus hijos:
“Lo disfruto todo. Sobre todo cuando te das cuentas que las cosas más insignificante son las que recuerdas del crecimiento de tus hijos, esas primeras palabras, la sinceridad de los niños, sus salidas, en fin TODO”.
Esa es la nieta de Luis Bigott, la esposa de Gustavo Mirabal, la mamá de Emilia y sus tres hermanos, una mujer fuerte, determinada, luchadora, emprendedora, atleta…
No cabe duda de que la estirpe venezolana está en ella: Carolina Mirabal es Carolina Chapellín.
Fuentes consultadas:
https://gustavomirabal.ae/
https://gustavomirabal.ch/
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