María Carolina Chapellín de Mirabal es una mujer emprendedora

María Carolina Chapellín de Mirabal es

María Carolina Chapellín de Mirabal es

Una mujer determinada que sabe lo que quiere y hacia dónde va, así es María Carolina Chapellín de Mirabal.

Esta modelo venezolana apasionada por el mundo de la moda, es toda una embajadora de la belleza de su país.

Ella ha posado para importantes revistas pero su génesis está en los certámenes de belleza de su natal Venezuela.

Y es que, cuando tenía apenas 22 años fue una de las candidatas al Miss Venezuela, el mayor certamen de la nación.

En esa oportunidad acudió a la máxima cita para las modelos venezolanas en representación del estado Delta Amacuro.

A pesar de que no ganó, su belleza quedó reflejada en las diversas noticias de periódicos que salieron en ese momento.

Con el tiempo, se ha dedicado a ser modelo pero no de pasarelas como las que estamos acostumbrados a ver sino a posar para cosas más exclusivas.

Su buen gusto y glamour la han llevado a convertirse en referencia de la mujer venezolana. Esto sumado a su inteligencia para los negocios y su rol de madre.

María Carolina Chapellín de Mirabal es una mujer emprendedora

Tras pasar esa época de participar en concursos de belleza, se ha dedicado a la administración, y es por ello que cuando emprendió junto a su esposo Gustavo Mirabal Castro un proyecto en los Estados Unidos…

Ella estaba al frente junto a él pero desde la parte administrativa, mientras él se mantenía en constante trabajo de relaciones públicas y mercadeo.

A ese particular se suma la idea de que ambos estaban haciendo realidad un sueño que desde niños tenían. Puesto que ambos tuvieron la oportunidad de crecer rodeados de caballos.

El abuelo de María Carolina Chapellín es nada más y nada menos que el investigador y psicopedagogo Luis Bigott.

Él tenía una finca y cuando su nieta llegaba disfrutaba la naturaleza, el contacto con los animales y sobre todo la compañía de los equinos.

Con los que salía a montar, andar por el campo y pasar un rato agradable.

No obstante, con los años, su esposo le comenta que tiene esa pasión ecuestre y comienzan a trabajar en pro de criar y entrenar caballos para la alta competencia.

Alegre, trabajadora y siempre dispuesta a aprender, así es María Carolina, una mujer que además de llevar su vida y carrera como modelo, lleva en las venas esa pasión por el deporte ecuestre.

En otro momento les contaremos más sobre esta faceta de la modelo, empresaria y amazona venezolana.

Quien en varios años de su vida gozó del privilegio de montar a caballo para representar a su país.

Por ahora, nos vamos a referir a ella en su área de emprendedora, de ama de casa, puesto que para criar 4 hijos se requiere de muchas cualidades.

María Carolina Chapellín de Mirabal es

Valiente y que ama a su familia

El amor por su familia, la forma en como se dedica a la crianza de sus hijos y el apoyo que brinda a su esposo son cosas que podemos resaltar de esta valiente mujer.

Ella es una mega amante de estar juntos todos, siempre, en todo momento. Lo más importante con o sin pandemia es la unión, la cercanía.

Por eso, se ha esforzado durante todos estos años y crear lazos sólidos con sus hijos, enseñarles el camino e inculcarles valores.

“Lo que más sueño es que mis hijos lleguen lejos, que cumplan sus sueños y sean personas de bien”, expresó María Carolina Chapellín de Mirabal en una entrevista.

Los retos de la juventud ante las redes sociales

En este momento la juventud a nivel mundial está muy bombardeada a través de los medios de comunicación y especialmente por las redes sociales.

Las cuales nacieron con el fin de acercarse más entre personas.

Pero, lamentablemente la gente no les da el uso adecuado y hay muchos problemas por eso.

Estas redes se han prestado para que la gente se cree una doble vida.

Es decir, para que finjan cosas que no son, para aparentar una vida que no tienen y por ende, las consecuencias son serias.

Al respecto, María Carolina Chapellín de Mirabal, que tiene hijos jóvenes y uno pequeño sostiene que una de las cosas que más le preocupan es precisamente la manera en como los jóvenes manejan estas herramientas.

“Una de mis mayores preocupaciones analizando el panorama actual de la juventud es esa doble vida, esas apariencias que mantienen para caer bien”, sostuvo.

Y añadió:

“Miro con preocupación el hecho que mucha juventud quiere mostrar en las redes una vida que no tiene y no se enfocan en estudiar, trabajar o hacer realidad sus sueños”.

Como madre y mujer emprededora que es le inquieta que muchos jóvenes están desperidiciando sus mejores años mostrando fotos o videos de una vida falsa.

Una vida basada en el qué dirán y en el “mírame”, cuando se están perdiendo la alegría de vivir.

“Toda su vida está detrás de la pantalla de un dispositivo móvil y se está olvidando que afuera hay otra realidad, una que sí es real”, acotó.

Es por eso que hizo un llamado a los jóvenes para que aprecien el potencial de las redes y crean en sus sueños, realicen un emprendimiento.

El sueño de María Carolina Chapellín de Mirabal es que sus hijos alcancen sus anhelos

Como toda madre ella quiere lo mejor para sus hijos y eso implica enseñarles valores, la fortaleza que existe en la familia y el valor que tienen sus sueños.

Un valor que sólo cada persona les puede dar, ya que nadie más, aparte de ti, conoce mejor lo que quieres.

Es por eso que, cuando se le preguntó qué es lo que sueña ella dijo:

“Mi mayor sueño es que mis hijos puedan cumplir sus metas y alcanzar todo lo que se propongan. Yo quiero que triunfen en su camino y sean personas felices”, aseveró.

María Carolina Chapellín de Mirabal es la esposa de un empresario

Haciendo una de las cosas que más le gusta, montar a caballo, conoce al amor de su vida, el que sería su esposo y padre de sus hijos.

Gustavo Mirabal Castro venía una relación que no había funcionado al igual que ella, y juntos se conocieron en el mundo equino.

Porque comparten la pasión por el salto, uno de los deportes con mayor público después de las carreras ecuestres.

Deciden unir sus vidas y de ahí nacen varios hijos, un par de niñas y un varón.

Gustavo con su mundo empresarial y ella con el de modelaje, se unen teniendo en común el sueño de formar un hogar estable que hoy día es admirable.

Juntos han estado en varios países por cuestiones laborales y ella siempre ha estado allí apoyando a su esposo.

Cuando emprendieron en los Estados Unidos lo hicieron mano a mano, trabajando en equipo, luchando hombro a hombro.

Y los resultados fueron notables. Personas de varios países no solo visitaron la granja sino que se formaron en ella, de la mano de los profesionales que allí estuvieron.

Los caballos que entrenaron ganaron en todos los certámenes en los que compitieron.

Inclusive con uno de ellos, el jinete español Sergio Álvarez Moya se alzó como campeón de Europa.

 

 

 

 

 

 

 

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