Carolina Chapellín, esposa de Gustavo Mirabal Castro

Carolina Chapellín, esposa de Gustavo Mirabal Castro

Carolina Chapellín

Perseverante, disciplinada y amorosa, tres palabras que definen a una mujer que representó dignamente al estado Delta Amacuro en el Miss Venezuela, Carolina Chapellín.

Su historia no se quedó en el mundo de las pasarelas sino que trascendió y se convirtió en una aventura ecuestre que refleja su verdadera pasión: el salto.

Puede decirse que esta ex miss es multifacética y está llena de éxitos gracias a su entusiasmo, actitud y mente empresarial.

Para esta valenciana su familia es lo más importante y el mayor legado que aspira dejar a sus hijos es la unión familiar.

Antes de ser madre su mayor pasión eran los caballos, una vez que tuvo hijos, ellos se volvieron el centro de su mundo y hacer de ellos grandes personas es su pasión más grande.

Aunque los caballos tienen un lugar privilegiado en su vida que nunca olvida.

Y es que desde la infancia estos animales estaban presente gracias a que su abuelo, el gran pedagogo e investigador Luis Bigott tenía una finca.

Lugar al que siempre iba para disfrutar en familia y sobre todo de la compañía de estos animales que la llevaron a otro tipo de certamen y pasarelas.

Las alfombras rojas fueron reemplazadas por una pista de obstáculos a la que se enfrentaba cada vez que debía saltar.

Este cambio hace que su vida sea versátil y sobre todo que haga lo que más le gusta.

Carolina Chapellín, esposa de Gustavo Mirabal Castro

Carolina Chapellín recuerda con alegría el tiempo que pasaba en la finca de su abuelo Luis Bigott.

Era ahí, en el campo, donde podía correr y disfrutar de la plenitud que inunda al ser humano cuando va a caballo.

“Recuerdo muchos mis días en club Valencia pasándolo con mis
caballos de saltos, lo disfrutaba muchísimo al igual que le apasionaba a mi mamá la cual lamentablemente perdí a una edad muy temprana”, expresó Carolina Chapellín, esposa de Gustavo Mirabal Castro, en una entrevista.

El salto ecuestre es una disciplina que requiere concentración, precisión y nervios de acero.

Es considerado como uno de los deportes ecuestres más emocionantes, luego de las carreras, puesto que, ver saltar a un caballo es todo un espectáculo.

Quien tiene la oportunidad de hacerlo, de conectarse con el animal y hacer un binomio se considera afortunado.

Y es que saltar sobre obstáculos implica esfuerzo, valentía y coraje.

Algo que a Carolina Chapellín le sobra. Ella es una mujer inteligente, virtuosa y esforzada.

A pesar de que ya es una amazona retirada sus mejores anécdotas se encuentran en esa vida como atleta, esa que desde niña soñaba y materializó.

La misma que la llevó hasta su gran amor, el hombre con quien se casó y tuvo hijos, el también jinete, abogado y empresario, Gustavo Mirabal Castro.

Conociendo al amor de su vida

Su estancia por el mundo de los caballos llevó a Carolina Chapellín de un certamen a otro, y, en ese andar, conoce al hombre que conquistó su corazón.

El mismo que tiempo después la llevó al altar y se convirtió en el padre de sus hijos: Gustavo Mirabal Castro.

Se trata de otro apasionado del salto ecuestre, de los caballos y los negocios.

Un hombre que sabe que para triunfar en la vida se requiere de disciplina, perseverancia y pasión.

Dos de esos elementos también definen la vida de Carolina Chapellín, razón por la que congenian y juntos escriben una historia increíble de superación y amor por los caballos.

Más allá de cualquier cosa, los protagonistas en esta historia de amor son precisamente dichos animales, ya que si ambos no estuvieran en el mundo ecuestre jamás se habrían conocido.

Así que ¡Enhorabuena! Los equinos sirvieron de cupido.

El amor de Carolina Chapellín hacia sus hijos

Si algo aprendió Carolina Chapellín, esposa de Gustavo Mirabal Castro es que el amor hacia los hijos es incondicional.

Y es que sus padres se lo mostraron desde niña lo cual la inspiró desde el primer momento en que se enteró de su embarazo.

Ese instante cambió todo en su vida y se dio cuenta de cuán grande era el amor de sus padres. Por lo que, a pesar de no tener a su mamá viva, ella decidió ser la mejor madre para sus hijos.

Los cuales ahora crecen con algo que Carolina Chapellín no tuvo todo el tiempo, su madre.

Es por ello que se toma muy en serio su trabajo como mamá e insiste cada día en dar lo mejor de sí para que sus cuatro hijos sean las mejores personas, profesionales y seres responsables.

En ese sentido se le preguntó:

¿Qué aprendizajes obtuvo de sus padres? ¿Actualmente eso que aprendió lo aplica en la crianza de sus hijos?  

A lo que Carolina Chapellín, esposa de Gustavo Mirabal Castro dijo

“Lo que aprendí de mis padres fue el amor incondicional a tus hijos, que hay tiempo para hacer todo,
estudios, deportes y sueños, es cuestión de organización, todos los días
trato de inculcarles eso a mis hijos”.

Carolina Chapellín: ser madre es el rol más difícil, pero a la vez, el más importante

¿De todos sus roles: hija, madre, esposa, empresaria, entre otros, cuál ha sido el más difícil de asumir? ¿Y por qué?

“El rol más difícil siempre es el ser madre, ya que no te preparan ni se puede
estudiar para eso, todos los niños son diferentes y no vienen con manual
de uso”, detalló la ex miss Delta Amacuro, que ahora posa como modelo de peinados y look.

Y es que como madre es una persona extraordinaria, pero también ha dejado su marca en el mundo del modelaje.

Su belleza habla por sí misma de la elegancia  y estirpe venezolana.

Ahora revistas españolas como Love, tienen en su haber a una de las mujeres más hermosas del país caribeño, pero eso no es todo, en sus archivos también reposa la figura de la nueva generación de Carolina Chapellín, esposa de Gustavo Mirabal Castro.

Y es que la han retratado junto a una de sus hijas, María Emilia, modelando diferentes looks de cabello.

Juntas, madre e hija son sensación. Pero más allá de ser publicada en una revista, Carolina Chapellín trabaja en un proyecto que será perpetuo…

Se trata del más importante de todos, el dejar un legado de valores sólido para sus hijos.

Puesto que como mujer sabia, está consciente de que el show en una pasarela termina, las luces se apagan y sólo queda el verdadero yo, ese que se lleva por dentro y que las cámaras no pueden retratar.

“Mi mayor sueño es ver que mis hijos se conviertan en personas que
puedan lograr sus sueños y así se convertirán en personas felices que
traerán mucha más felicidad a todos los que estén a su lado”, dijo.

Carolina Chapellín tiene un corazón generoso

Aunque las decisiones de su vida la han llevado por un camino exitoso en todo lo que se ha propuesto, Carolina Chapellín sabe hay mucha necesidad…

Por eso se ha ocupado en ayudar a quienes no poseen los recursos económicos suficientes para tener una buena calidad de vida.

Esto habla de un corazón generoso y, mediante sus fundaciones, siempre deja una sonrisa en quienes por algún motivo se encuentran en situación vulnerable.

Algo que la prensa española tiene registrado en sus páginas y agradece el gesto de la familia Mirabal Chapellín.

Esta empresaria, madre, ex amazona y esposa de Gustavo Mirabal Castro, contó que cuando abrieron su granja en Estados Unidos su familia aprovechó para apoyar a los más necesitados:

 

“La familia era un punto de referencia en el mundo ecuestre lo cual aprovechamos para formar parte de varias instituciones benéficas para logras que los más olvidados lograsen un una calidad de vida superior”, narró.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes consultadas:

https://mariacarolinachapellin.com/maria-carolina-chapellin/lo-que-emociona-a-maria-carolina-chapellin-de-mirabal/

https://mariacarolinachapellin.com/maria-carolina-chapellin/quien-es-maria-carolina-chapellin/

https://mariacarolinamirabal.com/maria-carolina-chapellin-de-mirabal/quien-es-maria-carolina-mirabal/

https://mariacarolinamirabal.com/https://mariacarolinachapellin.com/ 

www.gustavomirabal.es/

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