Gustavo Mirabal Castro el jinete

Pocas personas están dispuestas a pagar el precio del desprestigio…

Esta es la historia del jinete venezolano Gustavo Mirabal Castro, el cual se sobre pone a las adversidades.

Y es que cuando la cizaña y la crítica tocan a la puerta… están dispuestas a ser lo más nocivo posible.

A Mirabal Castro le ha tocado levantarse del escarnio público y seguir adelante pese al ataque mediático.

Su mayor pecado es abrir una granja ecuestre en Estados Unidos junto a su esposa María Carolina Chapellín de Mirabal.

G&C Farm nace para profundizar la carrera deportiva del caraqueño e impulsar a Venezuela como una nación que apuesta por el deporte a caballo.

Sin embargo, esto ha levantado críticas duras que amenazan constantemente con acabar con esa trayectoria.

Gustavo Mirabal Castro el jinete

Luego de que la granja abriera sus puertas en 2009 el crecimiento de Mirabal Castro ha sido inminente.

Es ahora un punto de referencia, un hombre importante dentro del mundo ecuestre, reconocido.

Al mismo tiempo que es sentenciado por la prensa venezolana. La cual quiere saber cómo logró los recursos para construir la granja.

De este modo transcurre la vida de dicho jinete, abogado y empresario.

Un emprendimiento exitoso

La visión de Mirabal Castro con G&C Farm le da un plus a su carrera como atleta y rápidamente este centro se convierte en el “Disney World Ecuestre”, amado por muchos y odiado por pocos.

El objetivo de esta granja se cumple tras formar a cientos de jinetes y aportar caballos bien entrenados para diversas modalidades de la equitación.

Siendo el salto ecuestre el punto de partida, recordemos que Gustavo Mirabal Castro es jinete de salto.

Las victorias alcanzadas a través de G&C Farm han hecho que se alce una bandera de Venezuela en Wellington, Florida.

“Es porque avanzamos”…

Luego de ser entrevistado para la elaboración de este artículo, se supo que muchos son los que le envidian y critican por ser emprendedor.

“Al principio nos veían como unos Suramericanos un poco locos tratando de hacer algo imposible en un mundo tan competido”, contó Mirabal.

La mirada de otras personas, incluso la de muchos venezolanos que no creían en su determinación para alcanzar su sueño, pretendieron intimidarlo.

“Como todo en la vida cuando logras éxito y haces las cosas bien llega la crítica, la envidia, etc.”, detalló.

Mirabal Castro sostuvo que cuando escuchaba las críticas siempre recordaba las palabras de Sancho cuando le decía a Quijote: ¡perros ladran! y Quijote respondía: será porque avanzamos.

Osado

Si hay algo que caracteriza a los venezolanos es la osadía para lograr sus objetivos.

El venezolano es alegre, emprendedor, creativo, le gusta innovar y reinventarse.

Todas estas virtudes están en el ADN de Gustavo Mirabal Castro quien hizo el trabajo sucio de crear la granja, limpiarla muchas veces y ser un entrenador más, un jinete más.

Irónicamente cuando alguien tiene un sueño grande suele ser muy cuestionado.

Aún esos grandes inventores como Thomas Alva Edison y Albert Einstein pasaron por tiempos de crítica y desprestigio.

Muchos los llamaron locos o incapaces. Hubo quienes los señalaron y hasta se burlaron, más ellos no dejaron de creer en sus sueños.

Gustavo Mirabal Castro hizo el trabajo sucio de llevar a cabo el proyecto de su granja.

Él ha trascendido como deportista y es que, ese es el nuevo nivel dentro del deporte ecuestre.

En este sentido, hay dos formas de ver la vida: quedándose cómodo como atleta hasta que el cuerpo aguante o ser un atleta empresario.

Mirabal Castro optó por la segunda opción.