Ahora nos vamos para Coro. Con Gustavo, María Gabriela y la abuela Isabel Teresa, comenzaremos un diario de viaje para el estado Falcón y comenzaremos por Coro, su hermosa Capital.
Artículo # 88 de la serie:
Gustvo Mirabal en Venezuela
Rumbo a Santa Ana de Coro
El autobús que trasportaba a la abuela Isabel teres, Gustavo y María Gabriela comenzaba a transitar por la avenida Los Médanos que los conduciría al terminal de pasajeros.
‑Estamos llegando a la ciudad de Santa Ana de Coro, capital del estado Falcón -informó el guía que dirigía al grupo de turistas. Pueden observar el Mercado Nuevo a un lado de la avenida. El Mercado Viejo está en el centro de la ciudad.
Gustavo que escribía las notas de su DIARIO DE VIAJE PARA EL ESTADO FALCÓN y que escuchaba atentamente al guía preguntó:
-Oye abuela, yo leí que Coro es Patrimonio de la Humanidad ¿Qué significa eso?
-Significa que le pertenece a la humanidad, no es algo que nos pertenece sólo a venezolanos y venezolanas. Se reconoce como un valor que debe ser apreciado, estimado y cuidado por todos quienes habitamos en nuestro planeta, y en el caso de Coro por los falconianos y falconianas que viven aquí, al igual que los turistas.
¿Coro es del mundo entero?
-¿Cómo? ¿Coro es de todo el mundo y no sólo de los venezolanos y venezolanas? Pero si el himno de Falcón dice que nuestros guerreros lucharon para que estas tierras fueran libres de dominación y despotismo.
-¡Ay hijo! Vamos a aclarar la confusión. Patrimonio de la Humanidad es un programa de la UNESCO. Un lugar entra en el Programa porque es cultural o naturalmente excepcional. El Programa contribuye con su protección y da a conocer su gran importancia para la Humanidad toda, para el mundo.
Gustavo y María Gabriela tomaban notas para su diario de viaje para el estado Falcón. Por cierto, el vije les recordó otros, como el que hicieron a Ocumare de la Costa y a Puerto La Cruz, por ejemplo…
Lo que tiene Coro de especial
-¡Ah bueno! Así, sí. ¿Y qué tiene Coro para merecer el título de Patrimonio de la Humanidad?
-En primer lugar, Coro fue el primer asentamiento humano de toda Suramérica que se conserva aún. Además, conserva casi intacta su arquitectura colonial.
-¡Llegamos! ¡Apúrense! -exclamó María Gabriela-. Vamos a ver todas esas cosas que son de la humanidad.
María Gabriela está muy emocionada
La abuela Isabel Teresa y Gustavo no tuvieron más remedio que apurar el paso para poder seguirle la velocidad a María Gabriela que iba rauda y veloz. Ella era Coro. Era el viento que quería volar por toda la ciudad. Vamos a ver por cuáles rincones se metió.
Coro, la ciudad de Barro
La abuela Isabel Teresa piensa que Coro es Viento, pero también Barro. Caminar por las calles de esta hermosa ciudad es sentir en el rostro el aire y la tierra, y saber que el agua y el fuego están presentes, aunque invisibles.
Los cuatro elementos del universo
-Aire, tierra, agua, fuego. Los cuatro elementos. Todo unido en estas paredes que retienen las voces de nuestra historia.
-¿Qué tienes abuela? Te estás poniendo poética y no te entiendo muy bien –dice Gustavo, siempre curioso.
-Claro que entiendes, Gustavo, lo que pasa es que te haces el que no entiendes. De todos modos, les voy a explicar.
La abuela y sus nietos hablando bajo El Cují
Y se sentó la abuela bajo un cují del paseo La Alameda a echar cuentos de barro.
Hay que imaginar a los caquetíos construyendo sus viviendas. Luego a los españoles construyendo iglesias y casas. Y después a gentes venidas de otros lugares aportando sus técnicas.
¡Qué enredo tienen María Gabriela y Gustavo! Que si qué es el bahareque, que si qué es el adobe, que por qué las casas aquí son tan altas, que por qué las de más allá son más bajas.
La abuela se estaba cansndo de tantas preguntas…
La abuela Isabel teresa ya no sabía qué hacer con tanta preguntadera. Pero tuvo suerte. Un muchacho escuchaba la conversación y se reía buenamente. No sabía si interrumpir, mas se decidió finalmente.
-Yo soy de Coro, y he estudiado un poquito sobre nuestro patrimonio arquitectónico. Si quieren, vengan conmigo y les explico.
Apareció la solución, un buen conocedor
Y así, Enzio Jesús les llevó a recorrer el Casco Colonial y el barrio La Guinea.
Coro es una ciudad de barro. María Gabriela y Gustavo cierran los ojos y pueden ver a las gentes de varias épocas y culturas apretando el barro, amalgamando el barro, pisando el barro, manoseando el barro y ¡construyendo!
Bahareque y adobe. Adobe y bahareque. El Casco Colonial. El barrio La Guinea.
Gustavo y María Gabriela impresionados
Se impresionan todos con esas casas tan majestuosas, con esas fachadas de grandes ventanas, con los bellos colores o el blanco puro que cubren las paredes, con las puertas abiertas a los visitantes y las cerradas por un misterioso silencio.
-El balcón de los Arcaya
-La Catedral
-La iglesia de San Francisco
-La vivienda de las ventanas de hierro
-La casa de los Señores
-La habitación del tesoro
-El convento de la Salceda
-La iglesia de San Nicolás de Bari
Las construcciones del barrio
Pero también se impresionan con las construcciones del barrio. Allí ven casas de dos y cuatro aguas. Algunas habitadas por descendientes de sus constructores, otras por gente nueva, otras abandonadas y semiderruidas.
-Las casas del centro son grandotas y de techos altos. Las de La Guinea, pequeñas y con zaguanes estrechos –dice María Gabriela, buscando un por qué.
-Las casas de una ciudad son muestra de las diferencias sociales y económicas de la gente de esa ciudad –explica Enzio.
-¡Qué cantidad de barro hay acá, abuela! –dice Gustavo-.
-Claro, pero también hay edificaciones modernas, de otros materiales. Lo que me sorprende es que aquí en Coro está la mayor cantidad de obras arquitectónicas hechas de barro en todo el Caribe –dijo María Gabriela, sintiendo que era ella la dueña de ese patrimonio. Y tenía razón de sentirse así.
Comentaron los especialistas que…
Los caquetíos hundían horcones en el suelo y los unían con bejucos.
Los horcones son piezas de madera, sobre las que se colocan vigas.
Los bejucos son plantas de tallos muy largos y delgados. Generalmente, se extienden por el suelo y son muy fuertes.
Así hacían la base de sus viviendas: chozas o bohíos.
Y también nos dijeron…
Luego, levantaban horcones, unían láminas de cardón para armar unas especies de cajas y las rellenaban de barro. Así hacían las paredes. Atravesaban troncos pequeños de pared a pared, y los cubrían con cañizo de cardón.
Luego echaban una mezcla de paja y barro gomoso. Así hacían el techo.
Las ventanas consistían en pequeños orificios circulares sin ningún tipo de cierre.
El piso era de arena.
Nos contaron que…
Los españoles mezclaban tierra, agua y paja y elaboraban con ello el adobe, un ladrillo de 10x20x40 cm. Metían los ladrillos en cajones de madera y los ponían a secar bajo el sol de fuego de Falcón.
Y también comentaron que…
Los españoles pisaban y pisaban el barro para darle consistencia. Con este barro levantaban paredes, llamadas tapias. Para ello enterraban troncos en el suelo.
Y luego, Gustavo y María Gabriela se entusiasmaron muchísmo en la escritura de su diario de viaje para el estado Falcón.
Éstas fueron algunas de sus notas
QUERÍAN GRABAR EN SU MENTE , EN SU CORAZÓN Y EN SU INTELECTO, TODO LO QUE IBAN APRENDIENDO…
- Conseguir, con apoyo de compañeros, un mapa de Coro.
- Buscar también fotos de diversas obras arquitectónicas de Coro, tanto del Casco Colonial como de los barrios adyacentes.
- Proponer a sus compañeros y compañeras que cada quien haga la reproducción de una de esas obras.
- Utilizar arcilla, que pueden comprar en tiendas de Trabajos Manuales y Bellas Artes.
- Para trabajar con arcilla no se necesitan instrumentos especiales, las mejores herramientas son sus propias manos.
- Los detalles que no puedan modelar con sus manos los consiguen utilizando palillos, horquillas, peines, rodillo de cocina.
- Antes de comenzar a trabajar deben ponerse ropa vieja, así evitarán deteriorar la de uso diario. Sigan las siguientes instrucciones
- Mezclar la arcilla unos minutos, combinándola con agua hasta que esté lo suficientemente blanda como para modelarla.
- Si se siente que que la arcilla se agrieta, salpíquenla con agua para mejorar su textura.
- Realiczar la casa de Coro que hayan seleccionado.
- Para secar la arcilla, colocarla al descubierto en algún lugar ventilado sin tocarla durante dos o tres días
- Una vez que esté seca se puede pintar con pintura al temple.
- Así concluyen sus notas en el diario de viaje para el estado Falcón de Venezuela
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
https://gustavomirabal.ae/
https://gustavomirabal.ch/
https://www.pinterest.es/pin/642114859350359734/
https://www.pinterest.com/gustavomirabalcastro/
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https://www.wattpad.com/story/129398546-g-c-farm-gustavo-mirabal-castro-en-venezuela
https://gustavomirabalcastro.online/
https://gustavomirabalcastro2.wordpress.com/acerca-de/