Un primer momento de meditación
Pensemos en el sugerente andar de los caballos. En un primer momento de meditación nos vienen a la mente diferentes episodios. Sentados, viendo el campo pleno de verdor y mirando a lo lejos esos caballos que galopan y se acercan para la faena diaria. Viéndolos, pensamos en ellos y nos da un poco de envidia. ¡Ay malaya! Quién pudiera andar por la vida con tanta elegancia y libertad. Quién pudiera galopar con semejante determinación y holgura en este mundo.
No sabemos realmente cuál es la tarea de hoy y tampoco sabremos cuáles serán sus faenas en el día de mañana. Nos preguntamos si los caballos tienen un trabajo específico que hacer, además de mostrarnos su gallardía y su belleza. ¿Acaso los caballos tienen una tarea más importante que mostrarnos el significado de la libertad? La verdad no lo creemos, pero obviamente realizan otras tareas y los humanos nos hemos encargado de que así sea.
De momento, sólo nos detendremos en meditar sobre este sugerente andar de los caballos, lo que nos invita a mirarlos y a reconocerlos.
Caballo y jinete en simbiosis galopante
Meditando acerca de este espléndido animal, no podemos olvidarnos de la conexión y la complicidad que se establece entre el caballo y su jinete, mientras practican juntos diferentes actividades.
Un jinete puede hacer que su caballo sienta tranquilidad y confianza para correr a grandes velocidades, para hacer que salte diferentes alturas, incluso hacer que esquive ciertos obstáculos.
El caballo por su parte, le transmite tranquilidad y adrenalina a su jinete para realizar las tareas de equitación o de acompañamiento y transporte, o bien en el trabajo del arreo del ganado, entre otras actividades.
Es interesante observar ese vínculo emocional entre el caballo y su amo, conocer cómo se convierten en un equipo donde unen su mente y su corazón durante ese cabalgar. Es maravilloso darnos cuenta que en el proceso de acercamiento y de preparación de los caballos, jinete y corcel se hacen amigos y confían plenamente el uno en el otro.
Lo que no pasa desapercibido a nuestros ojos
Y cuando salta, anticipándose, se separa del suelo,
casi como si pudiera volar
Hans-Heinrich Isenbart
Podemos admirar a los caballos, percatarnos de su fortaleza y su determinación. Este grandioso animal, es noble y trabajador. Refleja naturaleza y libertad en cada movimiento que hace. Su belleza y elegancia nos anuncian un acontecer pleno e inquietante.
Su pelaje brillante y suave como la seda, dibuja con pinceles poéticos la realidad que recorre galopando.
La pureza en cada galopar de un valiente ejemplar equino, en cada salto nos prepara para el asombro y para los descubrimientos de la vida. Ese movimiento es único e irrepetible y en consecuencia, se torna trascendente.
Cabalgante no hay caminos, se hacen caminos al cabalgar
Ese galope continuo del caballo, siempre con su lomo hacia arriba, su panza mirando al suelo y su cabeza muy erguida, derrochan fuerza y seguridad en su andar. Todos estos atributos nos conectan con la fuerza de la naturaleza, pero al mismo tiempo nos conectan con el empoderamiento y la experiencia vital.
Las características anteriores, sencillamente enunciadas y sin la intención de profundizar, no pueden pasar desapercibidas a los ojos de ningún espectador, ni de ninguna persona sensible ante estos temas.
Por ello no podemos pensar en la experiencia equina, dejando a un lado lo que representa para los humanos que forman parte de ella y entregan su vida al cuidado de los caballos y al ejercicio de la equitación.
El andar de los caballo de paso fino
Los caballos de paso fino muchas veces son vistos como animales domésticos, pero los expertos en la materia describen muy bien el “taca taca” que marca sonoramente su andar. Sobresalen por su elegancia. Su andar acompasado como si de una nota musical se tratara, anuncia presencia. Habla de partidas y llegadas de personajes, culminación de acontecimientos.
El desplazamiento armónico del caballo de paso fino luce especialmente en caballos que son criados y “cultivados” en América Latina, en países como Perú, Venezuela y Colombia, especialmente.
Cuando decimos “cultivados”, estamos hablando de la crianza, de la formación y el cuidado de estos caballos, en los cuales se invierten importantes suma de dinero.
Con pasos finos, como una mujer al compás de sus tacones
El” taca taca” de las pisadas de los caballos, especialmente el de los caballos de paso fino. Ese “taca, taca”; “taca, taca” del andar de los caballos. Este sonido acompasado, nos hace pensar en la cadencia del caminar de algunas mujeres usando tacones. Por la elegancia y seguridad al andar con este calzado en sus pies, siempre hacia adelante y empoderadas. Ellas, mirando hacia el horizonte y derrochando luz y poder, divinas, con una seguridad incalculable.
Este sonido acompasado define el caminar de una mujer elegante caminando por las calles; o bien, desfilando en una pasarela o quizás, caminando apurada para resolver las urgencias de la vida cotidiana. Nos resulta tentador e interesante, comparar el trote de un hermoso caballo con el andar de una mujer en tacones, ambos son movimientos singulares que tienen en común la transmisión de elegancia y empoderamiento, característicos de cada una de estas especies, la humana y la animal.
Nosotros los humanos, reflejados en la especie equina
Con el resplandor que le presta su elegancia parecía representar lo dulce de la vida, en medio de aquella agreste tierra, indigna de su grácil pisada: su cola orgullosa ondeaba hasta el suelo y con tiernos cuidados, la madre natura peinaba su crin
Charles M. Doughit
Los entendidos en el tema afirma que los humanos criamos a los animales, a nuestra imagen y semejanza. Claro, esto se dice considerando también sus particularidades y sus diferencias con la especie humana.
Pero no está lejos de la realidad esta afirmación. Tendríamos que revisar lo que se ha investigado y se ha escrito sobre el tema en particular. Probablemente encontraríamos mucha literatura al respecto.
La libertad de los caballos les permite encontrar nuevos modos de desplazamiento. Si bien resulta extraño cuando no estamos acostumbrados a ver sus peculiares movimientos, con el tiempo resulta lógica su manera de avanzar dada su practicidad y llegamos a pensar en su relación con los humanos.
Se ha dicho también que las razones por las que los caballos decidieron caminar como caminan, son fáciles de entender pues son semejantes a las nuestras.
A fin de cuentas, resulta muy útil tener “las patas delanteras libres” para leer un buen libro, servirse una taza de café o cargar las bolsas del mercado. De igual forma, es un requisito indispensable para manejar “tener las patas concentradas únicamente en el volante del automóvil” ya sea para ir al trabajo o simplemente para viajar y disfrutar del paisaje.
Pero independientemente, del cabalgar, del andar, de las posturas que toman y de la velocidad de los caballos. Independientemente de todo esto, lo que nos acerca más a esa relación de semejanza con los humanos, es su indiscutible nobleza.
Bibliografía revisada:
Caballos de paso fino. En: https://www.youtube.com/watch?v=_Enw46GF5-A
Caballobailandojoropo En: https://www.youtube.com/watch?v=wYN8beLcnQo Consulta 23 de marzo de 2019
JarabcoaCaballos paso finohttps://www.youtube.com/watch?v=Z5bJ5MqUIq8 Consulta 22 de marzo de 2019
https://www.gustavomirabal.es/uncategorized/gustavo-mirabal-en-el-mundo-ecuestre/
https://www.gustavomirabal.es/equitacion/el-hipismo-en-venezuela-tiene-nombres/