Los caballos son cada día más útiles e importantes para la sociedad. Pues son empleados para dos tareas: el trabajo y la parte deportiva. Además, son empleados en el área terapéutica (equinoterapia) por cientos de profesionales de la salud. Con el objeto de fortalecer la rehabilitación neuromuscular, psicológico, cognitivo y social en adultos, adolescentes y niños. Es por ello, que en el trato y mantenimiento de estos animales es importante identificar los múltiples factores que le pueden causar estrés. En este artículo, se abordará sobre este padecimiento que influye notablemente en el rendimiento del es hermoso cuadrúpedo.
El estrés
El caballo se caracteriza por ser un animal sensible y nervioso. Esto contribuye a que sea susceptible de sufrir de estrés con facilidad. Vale resaltar, que, en cuanto a la tolerancia del mismo, depende del grado de inteligencia del caballo y su capacidad de adaptación al cambio. Es por eso, sumamente importante que el propietario, entrenador o jinete identifique las causas habituales de estrés, con el objeto de proporcionar al caballo los cuidados necesarios y garantizar su bienestar.
Factores que originan estrés
En este orden de ideas, el estrés se origina por múltiples factores. Los cuales se han clasificados por los expertos en:
- Factores naturales, resultantes por la interacción con su medio ambiente. Por ejemplo, estacionalidad, temperatura, calor, horas luz, socialización, temperamento de la raza, etc.
- Factores inducidos, los cuales son causados por el hombre en la unidad de producción. Como ejemplo se puede mencionar un manejo no adecuado del personal, instalaciones no idóneas, alimentaciones incompletas. Así como el entrenamiento donde se le someta al maltrato, descuido médico o falta de higiene etc. Vale acotar, que todos estos problemas son causantes de problemas hormonales y físicos en el caballo.
Recomendaciones para la mitigación del estrés en los caballos
Instalaciones
Como el caballo está por mucho tiempo en el establo, es importante un correcto diseño. Un caballo necesita como mínimo un espacio de 3 x 3 m. Además, se debe tener en cuenta lo siguiente:
- El suelo debe antiresbalante.
- La cama debe poseer un grosor de 20 cm. Todo el tiempo estará limpia y seca.
- Para que los caballos no se rocen, las paredes deben ser cuidadosamente lisas.
- El comedero y el bebedero se deben estar ubicados lo más lejos posible entre sí. A su vez, deben ser perfectamente diseñados e instalados para evitar que el animal se golpee.
- La iluminación y ventilación serán buenas aliadas.
- Las puertas deben ser grandes para evitar golpes, siendo recomendadas las de dos hojas, las cuales contribuyen con la iluminación y ventilación.
¡Importante tener en cuenta!
Las ventanas se deben abrir por arriba y hacia dentro de manera que el aire que entra se dirija hacia la parte superior. A su vez, las paredes de separación entre cuadras no deben llegar al techo, para propiciar la ventilación. Es recomendable poner una reja de separación entre las cuadras que les permita verse, pero no morderse. En base a lo anteriormente explicado, se puede concluir que el establo debe ser cómodo, con suficiente espacio, seguro, ventilado, iluminado y seco.
Alimentación
La alimentación del caballo debe cubrir con las necesidades nutricionales sugeridas por el médico veterinario. No se debe olvidar que, la cantidad de alimentos que necesita, varía de acuerdo a la raza, actividad, la edad, clima, calidad de la vivienda, condición de los dientes, entre otros.
Fuentes consultadas
https://revistas.ucm.es/index.php/RCCV/article/viewFile/56116/50790
https://www.gustavomirabal.es/salud/causas-del-estres-en-los-caballos/
ttp://gustavomirabalcastro.online/gustavo-mirabal/venezolano-gustavo/