Efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad | Gustavo Mirabal

Efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad

Efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad 

Los caballos tienen un efecto terapéutico que funciona muy bien en personas que por nacimiento tienen alguna discapacidad, incluso en aquellas que adquirieron la discapacidad producto de algún accidente, etc.

La terapia con caballos representa un tratamiento que contribuye de manera positiva a mejorar en lo emocional, social, físico y hasta cognitivo.

Es por ello que muchas personas encuentran en estos animales un amigo para desahogarse, hayan paz y equilibrio.

Sobre los orígenes de la equinoterapia

Aunque ahora está muy de moda, en el sentido de que es algo más conocido y actual, esta práctica tiene un origen bastante antiguo.

Los griegos ya recomendaban montar a caballo para curar y prevenir diversas dolencias y, con el paso de los años se extendió por toda Europa.

El caballo tiene la capacidad de rehabilitar, integrar y reeducar con el objetivo de que las personas tratadas alcancen una mejor calidad de vida.

El personal debe estar capacitado –

Efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad

Para que esta terapia tenga el efecto que se desea se necesita además del caballo, un personal capacitado en el área, a fin de que pueda interactuar con el paciente.

De por sí, la equinoterapia está considerada como una terapia integral que, además de cumplir funciones fisioterapéuticas, ofrece amplios beneficios en el área psicológica.

Es por esto que la recomiendan cuando una persona posee discapacidad psíquica o motora.

En ese caso, el personal que recibirá a los pacientes y les guiará en las sesiones con el animal, deben tener conocimiento tanto teórico como práctico en el área ecuestre pero también la psicológica.

Deben saber sobre pedagogía y fisioterapia a fin de abordar aquellas zonas en las que el paciente necesita más tratamiento.

La equinoterapia tiene varias disciplinas dentro de sí…

En este sentido, las personas con discapacidad intelectual deben optar por las siguientes:

Terapia ocupacional y equitación psicopedagógica. Ambas son de gran provecho para las personas con discapacidad intelectual.

La primera tiene que ver con el aprender a cuidar el entorno, realizar una actividad que despierte un interés y aumente la concentración.

De esto hablaremos más adelante.

No obstante, la segunda disciplina dentro de la equinoterapia tiene que ver con un trabajo realizado con la ayuda de pedagogos y psicólogos.

En esta está más presente la figura del caballo.

A continuación, explicaremos cada una y sus efectos.

Terapia ocupacional – Efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad

En esta terapia la persona es capacitada para que aprenda un oficio, una forma de independencia que le permita a corto plaza ser insertado en el campo laboral.

Mediante este tipo de equinoterapia la persona aprende sobre la importancia de la higiene y el cepillado del caballo, el aparejado del caballo, la monta, la recogida, la limpieza de materiales, etc.

Cabe destacar que este tipo de actividades mejora la autoestima de los pacientes porque se sienten útiles.

Comienzan a adquirir confianza en sí mismos y a notar que ellos también pueden hacer cosas importantes y tener la situación bajo control.

Además, por medio de estas actividades mejoran su capacidad de concentración y atención, ya que deben estar atentos a las instrucciones.

Aunado a esto, potencia otras áreas como la memoria, porque pone a trabajar su parte intelectual y para quienes tienen problemas de lenguaje, les ayuda a ser más sociables.

Asimismo, esto contribuye a que su estado físico también mejore.

El resultado final de la terapia ocupacional es que les da conocimientos en áreas en las que luego pueden ser contratados.

Los caballos tienen mucho para dar a los humanos, es increíble todo el potencial que tienen. Por ello les llaman animales que curan, animales terapéuticos.

Efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad — Equitación psicopedagógica

La otra disciplina dentro de la equitación que brinda grandes beneficios a las personas con discapacidad intelectual es la equitación psicopedagógica.

En esta deben estar presentes los especialistas en pedagogía y sicología porque tienen que tratar con los pacientes mientras van a caballo.

El contacto de la persona con discapacidad con el equino la motiva. Poco a poco hace que los problemas de aprendizaje de estos, así como los de adaptación mejoren.

Al principio puede parecer extraño para el paciente, pero a medida que se acerca al caballo se da cuenta de que es un animal dócil con el que puede interactuar.

Esa sensibilidad que de por sí caracteriza a los caballos es la que permite que quienes tienen discapacidad, no importa el tipo, hace que se integren y se suelten, se sientan en confianza.

De acuerdo con investigaciones científicas, el efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad, aumenta la motivación, estimula la afectividad, mejora la atención y concentración.

De igual forma, estimula la sensibilidad táctil, visual, auditiva y olfativa y aumenta la capacidad de independencia.

Cómo funciona la equinoterapia en personas con discapacidad motora

En aquellas personas que tienen discapacidad motora, congénita o adquirida, esta terapia causa un efecto impactante porque el movimiento que hace el caballo al caminar, simula a lo que sienten las personas al caminar.

Por ende, el paciente con discapacidad motora comienza a familiarizarse con estos movimientos.

A medida que el caballo avanza se producen una serie de vibraciones que van directo a la médula espinal, por lo que el cerebro humano recibe los mismos estímulos como si estuviera caminando.

En definitiva, el efecto de la equinoterapia en personas con discapacidad es tangible y muy importante porque les brinda una nueva oportunidad para abrirse, socializar, y hasta formarse para el trabajo como vimos anteriormente.

La terapia con caballos es buena para quienes tienen problemas en la espina bífida, esclerosis múltiple, distrofia muscular, ceguera, sordera, amputación de miembros, lesiones medulares, retraso mental.

También para personas con parálisis cerebral, Síndrome de Down, adicciones, anorexia/bulimia, diversos problemas de adaptación social, entre otros.

Aclaratoria:

Es importante tener en cuenta que estas terapias deben estar supeditadas al tratamiento con un especialista, es decir, que deben estar bajo orden del médico tratante.

Este es un tratamiento complementario y el doctor debe estar al tanto.

La hipoterapia, otro tipo de tratamiento

Dentro de este campo medicinal que involucra a los caballos y a las personas con discapacidad tenemos también la hipoterapia.

Esta ayuda a quienes no pueden sostenerse por sí mismos sobre el caballo.

Durante una sesión de hipoterapia debe estar presente un fisioterapeuta, él debe estar guiando y mejorando la postura y la coordinación del jinete.

Mediante esta la persona, a quien llamaremos jinete, podrá relajarse estando sobre el animal, su confianza va a mejorar y la autonomía también.

De igual modo, la postura y el equilibrio tendrán mejoras.

Los efectos positivos de esta terapia se notan en lo neuromotor, cognitivo, sensorial y social.

Beneficios para personas con autismo y Síndrome de Down

Quienes tienen Síndrome de Down y autismo logran conectarse con los caballos de una gran manera.

Pueden crear una conexión con el equino y aprender mucho de ellos, se fomentan valores como la disciplina, el respeto, la tolerancia.

No obstante, estos mejoran en la concentración y pueden aumentar su autoconfianza.

Aprenden a ser pacientes y a congeniar con la naturaleza.

Y es que cuando son ellos los que asumen la responsabilidad de cuidar al caballo, pasan de ser los cuidados a ser los cuidadores y, eso los hace sentir orgullosos de sí mismos, capaces y productivos.

 

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