CON MI BURRITO SABANERO

Artículo #17 de la serie:
GUSTAVO MIRABAL EN VENEZUELA

Una canción de navidad que no nos abandona

 

 

La canción de “El burrito sabanero” ha estado presente  en todos los hogares venezolanos y por mucho que  hayan cambiado los tiempos, a pesar de las tecnologías y del disfrute de otras melodías y de otras costumbres en las navidades venezolanas, esta canción se ha instalado en el recuerdo de varias generaciones.

Es una canción de navidad que no nos abandona, pues muchas veces y a pasar  de nosotros mismos, hay recuerdos que se quedan en nuestra memoria y nos marcan con tinta indeleble y esto ocurre especialmente  con lo que albergamos en nuestra memoria auditiva y en ese espacio específico que nos vincula  con los afectos. Creemos  que pocos  niños, muy pocos de los infantes  de los años 70, 80 y 90 dejaron de cantar o de tararear esta canción en la época decembrina.

 

 

Autor  e historia  de esta melodía

Es un aguinaldo de nuestra tierra venezolana. Fue escrito por el compositor venezolano Hugo Blanco en la navidad de 1972.

Hugo Blanco fue un compositor venezolano. Nació en Caracas, el 25 de septiembre de 1940  y murió el 14 de junio de 2015).

Fue un músico, compositor, intérprete, productor y arreglista venezolano, autor de varias composiciones conocidas internacionalmente, entre otras muy relevantes, recordamos Moliendo caféEl Burrito Sabanero.

Cuentan los investigadores del folklore que esta melodía  fue  grabada en primer lugar por Simón Díaz, también compositor y cantautor venezolano y que  fue incluida en un disco titulado “Las Gaitas de Simón”

 

Un roedor famoso y muy querido, intentó acompañar al burrito sabanero en un primer momento

La canción de  El Burrito Sabanero formaba parte de un grupo de canciones que Hugo Blanco había preparado para una producción discográfica infantil, en la que  el personaje  central sería el famoso personaje Topo Gigio, cuyo ícono era un ratoncito que había cautivado a la población venezolana y que  conversaba con el animador de televisión  Gilberto Correa durante los años 70 y 80.

Pero esta experiencia discográfica no llegó a concretarse y fue desarrollada en otras  ocasiones posteriores en las que participaron otros cantautores  venezolanos y cantautores  de otros países.

 

De cantautor en cantautor.  Así vamos con el burrito sabanero

El primero que  cantó esta canción fue el cantautor, y compositor Simón Díaz y fue acompañado por la Coral Infantil de Venezuela; y luego se grabó con el grupo musical infantil venezolano “La Rondallita” en noviembre de 1975 con la voz solista del niño Ricardo Cuenci.

Fue esta última versión la que logró desarrollar una amplísima  popularidad  y llegó a conocerse  en distintos  países de Latinoamérica y de Europa,  desde finales de la década de 1970 hasta nuestros días.

 

 

 

Posteriormente esta canción fue interpretada por Juanes  el también cantautor colombiano, quien logró mantenerla en muy buen lugar en los éxitos discográfico por una larga temporada.

 

 

Si me ven, si me ven, voy camino de Belén

Ha sido interesante  ver la evolución que  ha tenido esta melodía  a través  del tiempo. Al escuchar la versión de  Vos Veis, apreciamos un toque  de modernidad, con ritmos diferentes y en ésta, el grupo  canta la canción de El burrito Sabanero, a capela, haciendo énfasis en  el estribillo “Si me ven/ si me ven”

Voz Veis fue una agrupación vocal venezolana  que tomó su nombre del habla local de los zulianos, específicamente  de Maracaibo,  ciudad de donde surge la agrupación vocal.

Voz Veis, significa “algo así” a la usanza del voseo zuliano en Venezuela. Así como “tú decides”. Vos veis se convirtió en el año 2007 en la primera agrupación venezolana en ganar el Grammy Latino

 

 

 

Un burrito que trabaja en la sabana.

No estamos frente  a nada novedoso cuando hablamos de un “burrito laborioso”. Bien conocemos  la famosa  expresión “Trabajo o trabajas  como un burro” para  aludir o comparar  con las personas  que  exageran con el trabajo, que trabajan mucho y se sobrecargan de horas de labores cotidianas.

Aunque  en este caso, más que un burrito trabajador  es un burrito que canta y va trotando y que invita  al disfrute de un aguinaldo navideño: “Con mi cuatrico voy cantando y mi burrito va trotando”.

Bueno, pero quién puede negarlo, ese trote par a los asnos está relacionado con su eterno caminar, más bien, con su eterno trajinar.

Los asnos se han convertido históricamente  en los íconos de laboriosidad, de adjuntos  en el trabajo del campo de la sabana, en el apoyo de los trabajadores  del campo especialmente.

 

El burrito compañero

Más  allá de la labor cotidiana, la compañía es importante. Esto queda reflejado ampliamente  en la literatura, desde las  fábulas clásicas de Esopo, pasando por  otros autores como Juan Ramón Jiménez, quien logró trascender  con su hermosa obra Platero y yo en la que narra la hermosa amistad  entre un asno y su dueño.

En esta obra narrativa en las expresiones  del autor que continuamente habla con Platero su asno, se plantean reflexiones sobre  diversos temas de la vida, sobre la amistad, la muerte, la enfermedad, los miedos, e, incluso, sobre las añoranzas de compartir con un ser querido que no está cerca.

Platero se convierte en su fiel amigo y compañero, como El Burrito Sabanero, se convierte  en el compañero y en el aliado de los niños  en la época decembrina para los niños venezolanos y latinoamericanos.

 

El lucerito mañanero en el aguinaldo venezolano

Cuando se habla de la navidad, se habla de luz, de los luceros que  llenan el firmamento y de la estrella de Belén. Pero sí pensamos en la sabana, pensamos también en el amanecer,  ese amanecer en el que podemos  ver  a campo abierto, los últimos luceros  de la noche que despuntan para  alumbrar el amanecer.

Éste es el lucerito mañanero que alumbra el camino de Belén en la canción que nos ocupa y que arropa  con su magia el espíritu navideño. Esto ocurre a pasar  de que los tiempos han cambiado y que existen otras motivaciones por las nuevas tecnologías de información y comunicación. Todo ello está presente a la luz de los signos culturales de nuestros tiempos.

La alegría  la sencillez, la belleza de la navidad; estas expresiones  reviven con la luz que ilumina esa frase de la canción que dice “El lucerito mañanero ilumina mi sendero”

 

Qué nos deja el burrito sabanero

Esta  canción sencilla, contagiosa, nos deja un agradable sabor. Está presente  en los preparativos de la navidad, alrededor de la familia cuando se preparan las hallacas, cuando se hace  el nacimiento.

También está presente  en las experiencias escolares, en los coros infantiles y está  como una marca indeleble  en el corazón de muchos venezolanos de la generación de los años 70 y 80, en los serenateros  de esas épocas.

Muchos fuimos los que salíamos a dar serenatas de navidad  en esos hermosos e irrepetibles tiempos en los que podíamos disfrutar  de noches de serenatas navideñas, rodeados del calor familiar y de los amigos y nunca faltaba El burrito sabanero en ese recorrido.

El burrito sabanero nos deja la humildad, la sencillez, la presencia en el pesebre, en los belenes, en los nacimientos. Nos deja la alegría,  lo más importante: lo que trasciende…

 

Referencias Bibliográficas:

https://www.gustavomirabal.es/gustavo-mirabal/el-verdadero-gustavo-mirabal-castro/

https://www.gustavomirabal.es/uncategorized/gustavo-mirabal-en-el-mundo-ecuestre/

https://www.gustavomirabal.es/equitacion/el-hipismo-en-venezuela-tiene-nombres/ 

http://gustavomirabalcastro.online/gustavo-mirabal/venezolano-gustavo/

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https://es.wikipedia.org/wiki/Voz_Veis

https://es.wikipedia.org/wiki/Hugo_Blanco_(m%C3%BAsico)

 

 

 

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