Juan Vicente Tovar el mejor jinete de Venezuela

Juan Vicente Tovar

Ayer 12 de abril se cumplieron veinte años de la muerte del mejor jinete de Venezuela, Juan Vicente Tovar, el negrito, como le apodaron en el mundo hípico.

Este campeón de la fusta nació en Caracas y falleció un 12 de abril de 2000, cuando apenas tenía los 50 años de edad.

Las hazañas de “El Negrito de San José” se mantienen vivas en los hipódromos de Venezuela, por lo que, los actuales entrenadores, jockeys novatos y en fin toda la nueva generación de atletas equinos saben quién es él.

Entrenadores, propietarios, comunicadores y pronosticadores de la época siguieron la notable trayectoria de Tovar entre 1974 y 1998.

“Tovar era un hombre muy concentrado en su trabajo. Sabía lo que hacía, era muy respetado por todos y siempre tenía sus momentos de buen humor”, recuerda el ex jinete Richard Ibarra.

Ibarra tuvo la oportunidad de competir con el «Supercampeón», apodo con el que el famoso narrador Virgilio Decán, Aly Khan, se refería cada vez que hablaba sobre el rey de la fusta venezolana.

Un apodo que no fue de gratis

A Juan Vicente Tovar la gente le decía el super campeón, apodo que no fue de gratis y es que para merecer semejante nombre algo debió hacer…

Juan Vicente se consagró como el monarca absoluto de los jockeys en La Rinconada, hipódromo caraqueño.

Ganó nada más y nada menos que 16 estadísticas consecutivas entre 1977 y 1992, marca que continúa vigente.

El único jockey que en pleno 2020 le viene siguiendo las pisadas a Tovar es el guariqueño Emisael Jaramillo que ya ostenta 14 campeonatos, por lo que es su máximo perseguidor.

Juan Vicente Tovar

Es momento de conocer más a fondo quién era este hombre y cómo es que llega al mundo de los caballos.

Este campeón venía de una familia muy humilde y, junto a su hermano Justo Tovar tuvieron que trabajar duro y hacer bastantes sacrificios para que la familia se mantuviera bien.

Antes de ingresar al mundo hípico Juan Vicente trabajó en una empresas de telas. Estando allí conoce a un señor de apellido Solares, quien le dice que podría ser bueno como jinete.

Algo que ya sonaba en su cabeza, puesto que en el barrio donde vivía había un amigo que desde niño le decía que por ser tan pequeño (baja estatura) puedes ser jinete.

“Con ese tamañito, a ti lo que te sale es ser jinete en el Hipódromo”, le decía uno de sus amigos en el barrio.

Luis Chacón, entrenador de Juan Vicente, cuenta, en un documental del canal Venevisión, que luego de salir de la fábrica de telas, el negrito trabajó en una carnicería y luego en un restaurante.

“Allí conoce a un mesonero que era muy amante de la hípica, y le dijo que con esa estatura podría ser jockey, a lo que Juan Vicente responde que él no conocía nadie en el Hipódromo”, narra Luis Chacón.

El mesonero lo llevó hasta el Hipódromo de La Rinconada para que conociera el lugar. Esa visita marcó el inicio de un nuevo mundo para Juan Vicente, a quien todos amaron porque tenía gran carisma y humildad.

Cuentan que aún cuando se hizo famoso mantenía siempre su humildad y alegría.

“Se la pasaba cantando canciones de Reinaldo Armas porque le gustaban mucho. Incluso ese canto se acentuaba cuando se bajaba del caballo tras una carrera”, contó Chacón.

Caballerizo en los establos de Rosendo Fernández

Para aquel entonces no había una escuela de jinetes a la que Juan Vicente pudiera ir, por lo que entra como caballerizo en los establos de Rosendo Fernández.

Allí conoce de cerca a los que más tarde serían sus mejores amigos de por vida: los caballos.

Animales que le cambiaron la vida para siempre y lo hicieron el hombre más afamado de Venezuela. Orgullo nacional y uno de los mejores o quizá el mejor jinete en toda la historia hípica del país.

Volviendo a sus andanzas por la cuadra de Rosendo Fernádez, no fue muy sencillo estar allí, ya que en un momento dado lo echan del lugar.

Su carácter inquieto hizo que se destacara entre los demás y se ganó algunas antipatías que terminaron con una tramoya para hacer que lo expulsaran.

Sin embargo, Tovar insiste y le permiten regresar. A su regreso consigue terminar su curso de formación y obtiene su licencia como jinete aprendiz.

Ese es el pase que le abrió las puertas hacia el éxito. Luego, tras su primera carrera, obtiene la licencia profesional.

Montas buenas resultados excelentes

Una cosa que es clave en el mundo de las carreras de caballos es la elección de los equinos para dichas justas.

Si el jinete y el ejemplar son muy buenos, entonces las victorias están casi aseguradas.

A eso se le llama buenas montas.

“Creo que desde un principio tuvo la suerte de contar con la ayuda de buenos entrenadores, principalmente Eduardo Azpúrua. Aparte también tenía a su agente José Ángel Torres, quien sabía escoger las mejores montas y eso vale mucho cuando aprendes bien el oficio de jinete porque si llevas buenas montas; solo tienes que guiar a los caballos para hacerlos ganar”, apuntó Richard Ibarra, ex jinete.

Gana la Triple Corona de Venezuela

Juan Vicente Tovar coge fama en las pistas porque su carrera cada vez se consolidaba más.

Así, con esa fuerza y apoyo del pueblo en general, gana la Triple Corona venezolana a bordo de Iraquí en 1985.

mientras que otros entrenadores que creían en el jinete caraqueño como Ziadie y Cachazo le brindaron la oportunidad de conducir a dos muy recordados ejemplares: la campeona Gelinotte y el aguerrido Don Fabián, respectivamente.

Tovar tenía un estilo muy propio al momento de las carreras

Todos los jinetes desarrollan sus propias habilidades y con el tiempo, crean sus propias mañas.

Sin embargo, en el caso de Juan Vicente Tovar, sus armas secretas para ganar las carreras no estaban en maltratar al caballo con el fuete…Sino en la inteligencia y la precisión.

A esto se le suma la capacidad de capitalizar los errores de los contrarios.

“No tenía el mejor estilo, pero era muy efectivo a la hora de decidir una carrera. Siempre tenía una buena partida y colocaba sus caballos en los primeros puestos. Era casi imbatible cuando venía entre los primeros y pegaba durísimo. Era único”, resumió el ex jinete Richard Ibarra.

Un premio que le fue quitado

Cuando Juan Vicente ganó el casquillo número 14 de su carrera, la prensa lo postula como el Atleta del Año de Venezuela.

Los periodistas hípicos del país elevan su favoritismo para el premio Atleta del Año de Venezuela.

Sin embargo, para ese momento, no consideraban que la labor de alguien dedicado al deporte ecuestre mereciera tal honor.

En este sentido, ese año (1990), coronaron al ciclista Leonardo Sierra, lo que generó una gran polémica, según indicó el periodista Oscar Armao Mendoza.

“Hubo fuerte polémica. Sierra, formidable atleta, decía que no era fácil su tarea en bicicleta. Señalé entonces que ir sobre un caballo, más pesado y con riesgos en una carrera, también requería condiciones atléticas”, recordó el otrora cronista del diario El Nacional.

Primer retiro de Juan Vicente Tovar

Para 1992 el jinete más afamado de Venezuela se retira, tras la pérdida física de su hija.

Golpe emocional que lo tumbó al suelo y lo apartó de las pistas hasta que volvió en 1995.

Dos años después, en 1997, fue el ganador del Clásico Presidente de la República, evento que se llevó 9 veces.

La carrera de este gran hombre de la hípica venezolana culmina con 2.492 triunfos entre La Rinconada (2.382), Valencia (43) y Santa Rita (67) en 9.852 actuaciones.

Para el año 2000, se conoce la noticia sobre su fallecimiento, el cual fue provocado por una depresión y problemas personales. El “negrito de San José” se quitó la vida.

Meses después de este triste evento, su nombre y legado fueron colocados en el Salón de la Fama del Deporte venezolano.

Tenía 50 años. Sin embargo, su obra y hazañas a bordo de los purasangres siguen vivas.