Ley de la siembra y la cosecha – Gustavo Mirabal

Ley de la siembra y la cosecha

ley de siembra y cosecha

De nada sirve hacer un reclamo si vuestro ejemplo no ayuda. Ese es el problema de la sociedad actual. Se la pasa quejándose de los males que la aquejan pero es la primera alcahueta.

Los principios y valores están en crisis y hacen pensar que el ser modesto, fiel, trabajador, etc, es cosa del pasado.

Pareciera que lo correcto es vender una imagen falsa acerca de lo que eres y haces para que calces dentro del estatus que exige la sociedad.

Pero la respuesta no está allí. Por el contrario, hay mucha gente vacía caminando por las calles. Viviendo de la apariencia.

Ley de la siembra y la cosecha

Esta ley es muy clara en sí, lo que siembras eso cosechas.

Si llevas una vida carente de amor, principios y valores, eso es lo que vas a sembrar en otros y por lo tanto, lo mismo cosecharás.

Cuando un individuo siembra odio, odio cosechará.

Muchos prefieren decir que lo que se hace se devuelve, pero en realidad, esto es producto de la ley de siembra y la cosecha.

La cual funciona a través de principios básicos que todo agricultor conoce.

Por ejemplo, quienes trabajan la tierra saben que para cosechar tienen que sembrar. Posteriormente, esa semilla dará fruto y se convertirá en aquello que sembró, un árbol o arbusto.

Todo dependerá del tipo de semilla que haya plantado.

¿Pero, cómo se aplica esto en la sociedad?

Es muy simple, entre más basura se siembre en las personas a través de música, películas, revistas, pornografía, etc, más gente con la mente y el corazón retorcido tendrá la sociedad.

Lo que trae consecuencias devastadoras para la generación actual y las venideras.

Si siembras odio cosecharás odio – ley de la siembra y la cosecha

Un ejemplo de esto son las campañas de odio, sea a nivel personal, local o nacional, ese sentimiento se propaga y quien inició el proceso de siembra cosechará eso mismo.

El resultado es una vida carente de afecto y solitaria, pues nadie quiere estar junto a una persona que vive llena de odio, amargura y contiende con todo el mundo.

Por otro lado, cuando se trata de sembrar odio en campañas políticas, ocurre lo mismo. Un porcentaje de la población sale a protestar, destruir y dañar. Nadie sale ganando. El odio no es un buen mediador.

Construyendo una sociedad sin vicios

La mejor forma de convivir unos con otros es construyendo una sociedad sin vicios. Un mundo en el que se respeten los derechos humanos y los de los animales.

De hecho, recientemente en Estados Unidos se aprobó una Ley que defiende a los animales y condena a prisión estatal a quienes practiquen la crueldad con estos.

Eso es un gran paso en la lucha por el respeto a la vida de esos animales, sea cual sea su especie.

El siguiente es concienciar a las personas para que respeten esa ley y se abstengan de hacer daño a esas criaturas indefensas.

Una sociedad sin vicios es aquella que se construye con el ejemplo más que con palabras o papeles firmados.

Se trata del buen testimonio para hacer la diferencia. Leyes hay muchas, para casi todo hay una ley, pero de nada sirven si no se les respeta y cumple.

La ley de la siembra y la cosecha es muy concisa, está asociada a cada área de la vida del hombre.

De ella parten los principios de respeto al prójimo, el amor, la paz, el no hacer a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

Tu das lo que tienes

No hay ser humano perfecto, pero una cosa sí es clara, nadie, absolutamente nadie puede dar lo que no tiene.

Por el contrario, la gente da de lo que lleva por dentro, es decir, si una persona vive amargada, hará que todos a su alrededor se den cuenta y ese estado de ánimo se contagiará a otros.

Por su parte, si la persona se encuentra alegre, todos a su alrededor estarán alegres.

Más si la rencilla, los celos, la envidia, están presente en un individuo, eso es que lo demostrará en público, ya que eso es lo que tiene en su corazón.

Los niños los principales blancos de la industria

Los niños son el blanco principal en esta lucha por los valores y principios.

Ellos son los que llevan la peor parte y todos los días están expuestos a un bombardeo constante de información y patrones de conducta.

De allí la importancia de que sus padres estén pendiente de lo que ven sus hijos en la televisión y la internet.

Estos dos medios son el profesor actual y global de los niños. Está presente 24 horas al día y les muestra un mundo sin límites.

Les enseña que pueden hacerlo todo sin mencionarle los riesgos.

La exposición a estos, sin supervisión, es nociva para los pequeños, cuyo cerebro y emociones están en formación.

Contenidos de guerra y destrucción

A diario millones de niños en el mundo juegan videojuegos, los cuales muestran una realidad virtual en la que los pequeños son unos personajes…

Primer dato: Le enseñan a los niños que pueden ser alguien más y no ellos mismos. Y ese alguien más es más fuerte.

No obstante comienzan a sentirse como ese personaje y el cambio de comportamiento es evidente, se vuelven respondones.

El próximo paso es la agresividad. Y dependiendo del tiempo que el niño esté jugando asimismo será su nivel de toxicidad.

La mayoría de estos juegos contienen elementos de guerra, violencia.

Pornografía invasiva

Recientemente la aparición de páginas pornográficas en los videojuegos se ha masificado.

En décadas atrás la gente pagaba por ver porno, ahora el porno aparece sin ser invitado.

Es por eso que los padres deben conversar con sus hijos acerca de este fenómeno y prepararlos para que estén alerta.

Lo más triste de este asunto es que cuando no tienen supervisión ni información al respecto, son más propensos a caer en la trampa y ser carnada.

La mente humana, y más la de un niño, no está lista para procesar esa información, por lo que es nociva para su salud emocional y mental.

Sin embargo, la gran mentira de esta sociedad hipócrita es que “no pasa nada” cuando en realidad expertos afirman que con sólo exponerse 10 segundos a la pornografía la persona queda atrapada.

Lo que sigue después puede ser escalofriante.

La mente del pequeño o pequeña comienza a llenarse de cosas no aptas para su edad y su forma de percibir las cosas cambian.

Eso explica el por qué hay niños que violan a sus hermanas menores, sus amigas, etc.

La mente se pervierte y da como resultado una especie de monstruo que no puede ver las cosas normalmente sino que todo es perverso.

Siembra valores y cosecharás personas de bien

El sembrar valores comienza en casa y se refuerza en la escuela. De esa forma el niño crece con una mente sana y fuerte en sus emociones.

Sin embargo, de lo que ocurra en su casa se nutre y eso es lo que ofrecerá cuando salga de ella. De ahí la importancia de dar un buen ejemplo.

Las personas de bien son capaces de elegir la clase de vida que desean tener y eso implica una decisión que los lleva por buen o mal camino.

Sí se puede construir una sociedad sana con valores familiares, con responsabilidades, pero es un trabajo de todos, no se pueden quejar de una humanidad insensible cuando se es el primero en decir que el amor está pasado de moda.

Que el respeto es de tontos y que la tolerancia no existe.

No se trata de karmas, de boomerangs, se trata de la ley de la siembra y la cosecha. Es una ley espiritual que consiste en que todo lo que el hombre sembrare eso también segará.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes consultadas:

www.gustavomirabal.es/

https://gustavomirabal.ae/
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