Alfonsina Maldonado la amazona que se sobrepone al dolor

Alfonsina Maldonado, amazona uruguaya

Alfonsina Maldonado

En Uruguay existe una mujer que representa a su país con dignidad y es admirada por muchos. Su nombre es Alfonsina Maldonado.

Alfonsina es una amazona olímpica cuya vida impacta al mundo porque a pesar del dolor que a diario la acompaña, ella se sobrepone y da lo mejor de sí.

Esta mujer ha representado a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Y se alista para hacerlo nuevamente en Tokio 2020.

Recientemente la atleta visitó España para participar en la Semana del Caballo en Madrid (Madrid Horse Week).

Evento en el cual la esperaban con ansias porque su vida es un testimonio de fe, esperanza y victoria ante tantas batallas.

Y es que un accidente que tuvo en la niñez la marcó para siempre, pero no la define, la fortalece y ese dolor, a pesar de ser intenso, la llevó a darle otro giro a su vida.

Alfonsina Maldonado

A los seis meses de edad Alfonsina Maldonado se quemó con una vela, accidente doméstico que le quemó parte de su lado izquierdo, dejándola sin una mano.

Desde ese entonces la vida de esta mujer cambió radicalmente. El dolor, el ardor, comenzaron a formar parte de ella a diario.

Creció y tuvo que aprender a convivir con la sensación de ardor en su lado izquierdo.

Prueba que no es fácil porque ese accidente cambió el curso de su historia.

Sin embargo, las páginas del libro de su vida no quedaron en blanco gracias a que en medio de ese desafío aprendió a soñar.

Y es que los caballos se volvieron sus mejores amigos desde la niñez y a partir de allí quiso ser amazona.

Más ese sueño no quedó allí, ella quería ser amazona olímpica. Desde entonces empezó a trabajar en ello hasta verlo realizado.

Un faro para no hundirse

Cuando Alfonsina Maldonado decide que quiere montar caballos en competencias ecuestres inició una ruta hacia lo que sería su carrera deportiva.

Los caballos se volvieron sus mejores amigos y aliados para olvidar el dolor, que aún la aqueja y le hace sentir como si tuviera muchos cuchillos atravesando esa parte de su cuerpo.

 “Mi fuerte determinación de ser amazona olímpica significó un faro para no hundirme. También una manera de escapar del dolor. Inventarme un sueño, y ser consecuente con esa creación, ha sido mi espada, mi escudo, mi salvación”.

Estas fueron algunas de las declaraciones que ofreció la atleta uruguaya tras su visita a España para participar en la Semana del Caballo en Madrid.

“Desde niña me inventé un sueño; toda mi vida ha sido caminar hacia allí. Avanzar en esa dirección”, acotó.

Visitar a España…

El estar en la capital española significa mucho para la amazona uruguaya que se quedó a las puertas de los Juegos Olímpicos Londres 2012, pero que aspira a dar lo mejor de sí para llegar a Tokio.

Para esta joven mujer, estar en la Madrid Horse Week le hace

“Muchísima ilusión, sabemos que es una pista muy impresionante y es un honor estar allí”.

Previo a su presentación donde muestra su talento y calidad olímpica, la amazona entrenó en la Yeguada Centurión.

Allí están los propietarios del campeón Jordán.

“Un lugar con muy impresionante desde sus pistas a sus instalaciones”, dijo.

Los caballos dan lo mejor de sí

Una de las cosas que hace grande a Alfonsina Maldonado es la capacidad para reconocer cuándo el error es de ella y cuándo el caballo necesita más entrenamiento.

Comúnmente los atletas del alto rendimiento suelen tener un ego elevado que los hace sentir como si fueran superiores o invencibles.

En este sentido suelen acusar a sus caballos por los errores que cometen producto de sus miedos, traumas y por su puesto, ego.

Sin embargo, no tienen la nobleza para reconocer que ellos son el problema y acusan al equino de ser los responsables de sus derrotas en las competencias.

Ante esto, muchos caballos son desechados y tras investigar un poco más a fondo se dan cuenta que el animal no era la causa de las derrotas.

Pero en el caso de la amazona uruguaya, ella sabe que estos animales dan lo mejor de sí en cualquiera que sea la disciplina ecuestre que compitan.

“De mis caballos y sus resultados dependemos siempre nosotros, es importante darnos cuenta que los errores en su mayor parte son nuestros y debemos reflexionar en que fallamos nosotros y no ellos… ellos siempre lo dan todo”. 

Un trabajo duro para alcanzar el éxito

Para llegar al nivel olímpico un atleta debe superar muchas cosas. Ser siempre el mejor en su categoría y dar su máximo en todo.

Tal es el caso de esta amazona que convive con un fuerte dolor en su brazo izquierdo y el hombro. Ni hablar del dolor en la zona donde estaba su mano.

Tanto es su malestar que a pesar de ello no ha parado en su sueño de ser una medallista olímpica, una amazona de muy alto nivel.

Sin embargo, ha trabajado muy duro para estar donde está hoy día y eso es gracias a su tenacidad, a su forma de ver la vida a través del dolor.

Y es que el estar las 24 horas del día con un dolor fuerte en su parte superior izquierda no el es sencillo.

De hecho, toda su vida ha sido así, pero Alfonsina Maldonado no se rinde y cada vez llega más lejos en su afán por conquistar ese sueño que de niña se creó para sobreponerse ante ese desafío.

“El brazo me duele las veinticuatro horas, especialmente en la noche y en la mañana. Cuando llueve y reina la humedad o cuando hace mucho calor se me hincha el muñón; es como si me atravesaran mil cuchillos juntos”, contó.

El desafío de montar con una sola mano

Montar a caballo con una sola mano no es fácil. Realmente es una hazaña lo que hace esta amazona uruguaya.

El deporte paralímpico es una gran ayuda y motivación para quienes por razones congénitas o adquiridas, como es el caso de esta atleta, tienen una discapacidad.

Tras su visita a España narró que el dolor es más fuerte en las noches y en las mañanas, aunque se agudiza cuando hay mucha humedad en donde se encuentra.

“Mi brazo es reconstruido, tiene varias capas de piel. Y la piel del quemado tiende a encogerse, por eso tengo que masajearme con crema hidratante varias veces al día para mantenerla en el lugar”, detalló.

Arde, sube, quema, así describió Alfonsina lo que siente día a día, prueba con la que lucha desde que era una bebé de seis meses.

Producto de ello sufre constantemente de contracturas en los hombros y dolores de cabeza.

“Yo llevo 34 años junto a él y puedo afirmar que un alto porcentaje del dolor es mental”. 

El dolor es un gran maestro

Para esta amazona el dolor se ha convertido en su maestro.

Le ha enseñado a ver la vida desde otra perspectiva y tras aprender a vivir con él “puedo decir que somos grandes amigos”.

“Cuando lo aceptamos, el dolor se convierte en un gran maestro. Tiene muchas lecciones para enseñarnos”.

De acuerdo a todo lo que es su experiencia de vida, Alfonsina concluye que el dolor:

“Desarrolla capacidades en nosotros que si no fuera por él jamás hubiéramos desplegado. Entre otras cosas, se pone al servicio para acompañarnos en el viaje hacia nuestro sueño y canalizar su devastadora puntada en un sentido transformador. De verdad es posible”. 

La historia de esta mujer inspira a otros jóvenes deportistas que día a día luchan contra sus miedos y batallas internas.

Les enseña que sí se pueden lograr los sueños a pesar del dolor y la ansiedad, del temor.

Sólo se necesita fe y valentía para hacerlos realidad,

¡Enhorabuena por Alfonsina Maldonado, que sigan sus triunfos!

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes consultadas:

www.gustavomirabal.es/

https://gustavomirabal.ae/
https://gustavomirabal.ch/
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