El caballo en la historia de la humanidad

Noble y valiente dos cualidades perfectas para describir a los caballos. Estos animales aparecieron para quedarse y acompañar al hombre en sus diversas etapas.

Sin embargo no llegaron de la nada, según la ciencia estos animales surgieron en Asia durante el período del Paleoceno, dentro de la Era Cenozoica o Terciaria.

El caballo es descendiente de los perisodáctilos, ungulados, caracterizados por tener un número impar de dedos.

De acuerdo con investigaciones científicas se cree que los équidos originales tenían cuatro dedos en sus dos extremidades anteriores y tres en las traseras.

No obstante, dada su evolución, el número de dedos fueron reduciéndose, permitiéndole adaptarse para la carrera, hasta la aparición del casco único o pezuña, la cual es una característica del caballo actual.

El caballo en la historia

Los científicos llevan años estudiando el origen del caballo y cómo eran sus antepasados. Para ellos nada es formado de la nada y todo tiene una explicación.

En este sentido pensaron que el caballo vendía del “Hyracotherium leporinum”, ubicado por vez primera en el período del Eoceno (54 millones de años aproximadamente).

Pero estudios recientes demostraron que el caballo está en el orden de los Paleotheres.

Para la ciencia es sólo hasta hace 10 millones de años que la etapa evolutiva del caballo se estabiliza.

Dada la aparición del Pliohippus, cuyos fósiles fueron descubiertos en Estados Unidos y revelan la presencia de un dedo único.

El caballo doméstico es el último eslabón de una larga cadena evolutiva, el cual se ha venido desarrollando durante 50 millones de años,.

Inicialmente, de acuerdo con la imagen que abre este artículo, el caballo evolucionó en cuanto a su tamaño.

Pasó de ser pequeño a un animal grande y veloz.

El caballo en la historia del hombre

Una vez que el caballo y el hombre se conocieron comenzaron a escribir una gran historia juntos.

Esta ha pasado por diversos momentos y etapas.

Juntos han pasado por largos tiempos de caza, carreras en las llanuras así como trabajo agrícola.

Quizá este es el uso más usual del caballo en aquel entonces.

Este grande y robusto animal es perfecto para ayudar a los agricultores con el transporte de carga.

Hasta el punto en que el caballo era el medio de transporte oficial para los militares en las guerras y cuando estaban en casa.

Durante la Primera Guerra Mundial, el caballo sufrió una gran transformación ligada a la estrategia y táctica militar en los conflictos armados.

A partir de allí la forma de defensa fue cambiando y el uso del caballo reduciéndose. Algo quizá muy positivo para estos equinos ya que no estaban exentos de morir en combate.

El caballo para carreras

A medida que la inteligencia del hombre evolucionó y fueron construyendo otros mecanismos de transporte, defensa y ataque tenían que hacer algo con los caballos.

Para ese momento sólo los usaban como transporte y apoyo en tareas del campo. Empero, en las caballerías militares surge la idea de ponerlos a correr para ver cuál era más veloz.

Lo que representó un importante e interesante desarrollo en el deporte hípico a lo largo del siglo XX.

Tal acción generó un gran valor a nivel mundial, asociadas con cifras de negocio ocasionando que las carreras hípicas crearan una fuerte demanda de caballos purasangre.

El caballo en el deporte

Tras ser apartado como medio de transporte y trabajo agrícola el caballo tenía que evolucionar…

Es así como empieza a usarse como espectáculo, paseos familiares y práctica deportiva.

Cabe destacar que el deporte ecuestre tiene su origen en el mundo militar y poco a poco se extendió hasta volverse más popular.

Hoy día existen diversas disciplinas ecuestres en las que el caballo es el protagonista y sobre todo donde se demuestra que el hombre y este animal pueden tener una conexión real.

El raid, el rodeo, el salto, las carreras, el polo, son algunas de esas disciplinas deportivas en las que podemos disfrutar de la belleza y destreza de estos animales.