Limpieza del caballo

La limpieza del caballo es una de las necesidades más básicas del animal. Principalmente, para que él se sienta bien consigo mismo. A través de la limpieza, el caballo se familiariza con nosotros. Aprende a respetarnos y le invitamos a que confíe en nosotros.

Por otra parte, manteniendo limpio a nuestro caballo no solo mejoramos su aspecto, sino que le ayudamos a mantenerse sano. Evitando que ciertos parásitos o insectos, como piojos, le afecten. Igualmente, la higiene de la piel estimula sus funciones: aumenta el apetito, activa la digestión, fortifica los músculos, etc.

Equipo básico de limpieza

El equipo de limpieza básico incluye diversas herramientas. El material básico está conformado por una almohaza, una bruza, un cepillo suave, dos esponjas, un limpiacascos, y un peine. Es necesario acotar, que existen diferentes tamaños, materiales y formas para la mayoría de estos instrumentos:

La almohaza

Su finalidad es quitar la suciedad y se utiliza sólo en las partes carnosas como el cuello, grupa, entre otros. Los modelos ovalados se deben usar haciendo círculos al frotar. Mientras que los que poseen mango se utilizan con movimientos rectilíneos.

La bruza

La bruza se emplea para eliminar el sudor, la grasa, la caspa, y la suciedad en general. No sólo de la pelo, sino también de la piel, y va muy bien para la crin y la cola (incluido el tupé) porque es más suave que el cepillo de raíces.

El cepillo de raíces

Los cepillos de raíces se usan para eliminar el barro seco y el estiércol. Es decir, las manchas propias de la cuadra.

El limpiacascos

Sirve para retirar estiércol, barro, y piedras que se hayan podido incrustar en los cascos. Puede incluir un pequeño cepillo destinado a limpiar a fondo la pezuña.